20 de febrero de 2010

11 de febrero de 2010

Lo oscuro de nuestra luz

Hay quienes dicen que lo mínimo que debería hacer el cacique de turno es inclinarse ante el pueblo venezolano y pedir perdón por el desastre eléctrico, tal como se inclino el presidente de la Toyota al pedir sus disculpas por los recientes problemas de calidad en los carros de dicha empresa. Otros, más radicales, sostienen que el inclinarse no es suficiente y que debería hurgarse más profundo en la tradición del arrepentimientos japonés. En ése debate no me meto.

Cada metro cúbico del Caroní que aprovechamos para generar electricidad significa el ahorro de petróleo que podemos vender, por lo que lo ideal es llegar a la época de las lluvias, con pocas reservas de agua. Para lograr caminar con seguridad sobre esa cuerda floja de la naturaleza, sin quedarnos sin agua y sin luz, se requiere de una muy buena reserva de capacidad de generación térmica.

Lo anterior, así como el propio crecimiento de la demanda eléctrica, hace obvio que en Venezuela o se acomete con tiempo las inversiones eléctricas necesarias, o hay despilfarro de petróleo, o hay crisis eléctrica… Niño o no Niño.

En Septiembre de 2001, como un autonombrado ombudsman que con mis artículos buscaba defender a los consumidores eléctricos, ya vislumbraba por dónde íbamos por la ruta de ineptitudes y corrupciones, cuando titule un articulo “El infierno de Hugo” y lo comencé con el siguiente párrafo. “Al leer que definen al infierno como el conjunto de oportunidades perdidas que vemos dibujarse ante nosotros al momento de morir, no puedo menos que pensar en el sector eléctrico y el horrible infierno que éste le pueda traer al gobierno.”

En Agosto del 2009 se leía que Venezuela firmo con Iberdrola y Elecnor de España la compra de una planta eléctrica de unos 1.000 MW a un costo de unos 1.433 millones de euros, unos 2.000 dólares por KW y ahora, pocos meses después, un nuevo ministro eléctrico, nos dice que el gobierno pretende incrementar en 4.000 megavatios (MW) la generación de energía en 2010, con una inversión de 4.000 millones de dólares, 1.000 dólares por KW… ¡la mitad! ¡Exigimos la luz que ilumina y explica!

En momentos cuando el dizque presidente, y sus dizques planificadores en energía, y sus dizques expertos eléctricos exigirán grandes sacrificios en materia eléctrica, lo menos que el pueblo venezolano tiene derecho a saber con toda exactitud es… ¿a qué vagabunderías rojo rojitas le debemos todo esto?

Acabo de oír una periodista hablar sobre la época de las vacas flacas que se nos avecina y predicar con cierta pedantería el que “no nos acostumbremos a que nos regalen todo”. Por considerar que las resultas petroleras son de los ciudadanos para sembrar, más bien le recordaría a esa periodista a que “no nos acostumbremos a que nos roben todo”. ¡No permitamos que se nos regale lo que ya es nuestro!


PS. Digo “dizque presidente” por cuanto quien exhorta a los venezolanos a “escoger el bando”… por cuanto “no hay reconciliación posible” obviamente ha renunciando a ser presidente de la nación para contentarse con ser el jefe de una mara que irrespetando a Bolívar se denomina bolivariana.

PS. Por favor no me llamen para preguntarme sobre aspectos técnicos del cómo resolver el problema eléctrico actual en Venezuela, sólo por cuanto escribo sobre el tema… para eso están los ingenieros eléctricos venezolanos.

El Universal