14 de julio de 2011

El Lotto Planta Centro

A mediados de 2002 visite a Planta Centro y escribí... "Ahí está con sus instalaciones, canibalizadas y deterioradas, lejos de explotar su potencial de generación de electricidad, y aquel paisaje, que podría codearse con los mejores lugares turísticos del mundo, tiene todo el ambiente de un pueblo minero abandonado. ¿Qué exagero? ... ¡Puede que sí! Pero tanto ustedes como yo sabemos que Planta Centro es sólo otro ejemplo de ese nuevo riquísimo subdesarrollador, que nos induce a creer que nuestro futuro como país, puede ser comprado".

Y sin visitarla estoy seguro que hoy, casi diez años más tarde, y habiéndose invertido y perdido otras fabulosas sumas de dinero, Planta Centro produce aún más penas y vergüenzas... y hasta asco al que le duela nuestra patria. 

¿Y cómo hacemos para rescatar a Planta Centro para que cumpla con su misión de generar electricidad para Venezuela, sin desbancarnos en el intento, en una Venezuela tan dividida y tan amargada, y donde podemos esperar que la oposición de turno en enero de 2013 hará de todo para dificultar la gestión de un nuevo gobierno? 

Sin duda, lo que más necesitamos es de situar Planta Centro en manos de unos dueños que en verdad estén interesados en que Planta Centro funcione, ya que no nos sirve simplemente cambiar unos quítate-tú-para ponerme-yos explotadores de resultas petroleras por otros quítate-tú-para-ponerme-yos explotadores de resultas petroleras. Entre una Cadafe roja a una Cadafe azul la diferencia reside ante nada en el color. 

La idea de una privatización tradicional no me convence y no sólo por cuanto despierta ronchas innecesarias en momentos álgidos. Es que también pasa que cuando hay que entregarle unos activos propiedad del Estado a alguien privado abiertamente interesado, de inmediato surgen las presiones para que eso ocurra al mayor precio, lo cual solo significa o corrupción o más resultas para un gobierno sobrado de resultas, y cualquiera de esas dos posibilidades crea pagos adicionales que a la larga deben ser canceladas por nosotros los usuarios mediante el pago de mayores tarifas eléctricas. 

En tal sentido, y para conseguir esos dueños propongo la posibilidad del Lotto Planta Centro. 

Se colocan todos los activos de Planta Centro en Planta Centro, C.A., libres de pasivos y con el dinero necesario para cubrir el flujo de caja operativo por seis meses. Luego, entre los trabajadores eléctricos de Planta Centro con más de cinco años de antigüedad y todos los ingenieros eléctricos de Venezuela, se sorteará, con la ayuda de la mano inocente del arzobispo, el nombre de 10 ciudadanos venezolanos a los cuales se entregará a cada uno el 10% de Planta Centro, C.A. 

Los diez dueños tendrían luego un año para negociar nuevos aportes de capital por parte de otros inversionistas por un monto de 200 millones de dólares, y hasta tres años para producir en firme el 75% de la energía para la cual fue diseñada Planta Centro... y si no lo logran deben devolver las acciones al Estado. El gobierno se comprometería a comprarle a Planta Centro, C.A., por diez años, la energía al precio del combustible, más un monto a determinarse que permita suponer un rendimiento bastante aceptable. 

Si cualquiera de los ganadores del Lotto Planta Centro prefiere vender sus acciones de Planta Centro, C.A,, y las cuales solo serán negociables vía operaciones en la Bolsa, puede hacerlo, pero por supuesto tendría entonces que cancelar el impuesto que le corresponde pagar por las ganancias de una lotería.

3 de marzo de 2011

¿Conque apagándonos la luz, eh?

La semana pasada en "El cuento del ministro" describí las incongruencias entre la actuación del gobierno en el sector eléctrico y la Ley del Servicio Eléctrico decretada por el cacique de turno en Septiembre de 1999, la cual estuvo vigente por más de diez años, hasta ser sustituida por otra el 14 de Diciembre de 2010. En respuesta recibí unos cuantos emails acusándome de ser un opositor extremista, por no analizar el problema desde la perspectiva de la Ley vigente... hace dos meses. Los complaceré.

La nueva ley... simplemente asusta... puesto que indica la determinación del gobierno de evitar a toda costa que empresas privadas puedan competir y que así exista una base para comparar la eficiencia de las empresas públicas. Unos acomplejados servidores públicos han decidido no correr el riesgo que una Electricidad de Caracas privada más nunca pueda iluminar las tristes realidades de una Cadafe pública.

Como si ya no fuese demasiado que el gobierno se quede con todas nuestras resultas petroleras el gobierno también quiere quedarse con todas las oportunidades del actuar económico... justificándolo en este caso con el hecho de que la electricidad tiene una importancia estratégica para el país. ¡Claro que la tiene! Y es justamente por ello que se necesita de una Ley que garantice que el sector esté en las mejores manos... algo como lo que existía en la Ley derogada... y no que el sector obedezca a corruptos intereses políticos.

Todos sabemos que no es una ley de servicio eléctrico lo que necesitamos sino un buen servicio eléctrico. Pero, además, la nueva ley es un verdadero insulto a la inteligencia del consumidor y del ciudadano.

Entre los derechos del consumidor se establece un listado de perogrulladas que comienza con el de "Obtener el servicio de energía eléctrico oportuno y de calidad por parte del operador y prestador del servicio" y termina con "Obtener, por parte del operador y prestador de servicio, el reembolso de lo cobrado en exceso, si la tarifa aplicada fue indebidamente cambiada, o por errores de medición, lectura o facturación" ¿Revolucionario eh?

La Ley establece: "El Estado fomentará la participación activa, protagónica corresponsable del Poder Popular en el sector eléctrico a través de los consejos comunales... el operador y prestador de servicio incluirá progresivamente a los consejos comunales... debidamente capacitadas, asistidas y habilitadas... específicamente en los procesos asociados con: Lectura y notificación del consumo de electricidad". ¿Participación protagónica eh?... Este Febrero en el Banco Mundial hubo una presentación sobre los 38 millones de medidores de electricidad digitales remotamente conectados... y eso solo en Italia.

No hay duda alguna, con esta Ley Eléctrica el futuro del sector se ve bastante oscuro. ¿Conque apagándonos la luz, eh?

PS. Escribiendo este artículo me enteré del fallecimiento del ingeniero Ricardo Zuloaga y quien fue un digno representante de la Venezuela que busca su grandeza. Que en paz descanse. El Señor Zuloaga fue Gerente y Director de la Electricidad de Caracas, en tiempos cuando ésta estaba en manos de ingenieros eléctricos venezolanos y no en manos de ingenieros financieros, u hoy, ingenieros políticos. Su gestión en tal empresa convierte en unos verdaderos segundones a quienes hoy cumplen esa labor, a cuenta de doblarse sumisamente ante el cacique de turno que carga con la chequera de nuestras resultas petroleras.

El Universal
Corea del Norte y Corea del Sur
La misma gente, los mismos recursos
Oscuridad y Luz

24 de febrero de 2011

El cuento del Ministro

En la reciente interpelación ante la Asamblea, Alí Rodríguez, con la desfachatez propia de quien se cree con derecho a ordenar una amnesia colectiva, se refirió a la Ley del Servicio Eléctrico de este Gobierno como evidenciando su voluntad y compromiso para solucionar los problemas del sector.

Como tal ley decretada por el propio Presidente de la República el 17 de Septiembre de 1999 basado en la primera de las leyes habilitantes, y eso ya fue hace algo más de 11 años, puede que el ministro creyese que podría hacernos tragar su cuento. Para decirlo sin la vulgaridad que tanto provoca: "¡Míster ministro, ni de broma!".

La exposición de motivos de la ley dice: "En Venezuela necesitamos modificar, ampliar y transformar el contenido de la regulación para promover la competencia allí donde ésta sea posible; al mismo tiempo, garantizar los intereses de los usuarios en cuanto a seguridad, calidad y precio del servicio, allí donde éste mantenga el carácter de un monopolio natural. Por lo tanto, la regulación está orientada a combinar los beneficios y estímulos característicos del mercado, abriendo cauces a la libertad empresarial, con la indispensable exigencia de calidad y seguridad en el servicio… Se consagra como principio general, la formación de capital nacional mediante el estímulo a la participación de los particulares venezolanos".

Y en consecuencia, en su Artículo 3, la Ley establece que: "El Estado promoverá la competencia en aquellas actividades del servicio eléctrico dentro de las que sea pertinente, regulará aquellas situaciones de monopolio donde la libre competencia no garantice la prestación eficiente en términos económicos y fomentará la participación privada en el ejercicio de las actividades que constituyen el servicio eléctrico".

Igualmente se explica: "En la medida en que el mercado establezca los precios en las actividades abiertas a competencia, será más fácil fijarlos en aquéllas donde subsiste el monopolio, de acuerdo con el valor y calidad del servicio que se ofrece. Esto es preferible a los intentos de lograrlo mediante el discutible cómputo de costos que puede prestarse a la subjetividad del administrador y, en consecuencia, a posible fuente de arbitrariedades… De manera que la regulación debe ser elaborada con carácter general, objetivo y global, como es propio de toda norma y no debe admitir dispensas ni tratamientos singulares, ni alteración arbitraria y convencional de las reglas del juego. Estas deben ser claras, estables, bien determinadas y no discrecionales, de manera que las empresas puedan diseñar sus propias políticas de actuación".

El ministro, o no lo entiende, o no se atreve a decirlo, o simplemente nos quiere engañar. Por malo que haya sido El Niño, el desastre del sector eléctrico se debe a las alteraciones arbitrarias de las reglas de juego por parte del cacique de turno. El origen de tales arbitrariedades, fiel a la tradición venezolana, fue, como es costumbre, el increíble aumento en el saldo de la chequera donde el cacique maneja nuestras resultas petroleras a su libre entender y antojo... y se le ocurrió jugar con nuestra electricidad.

Ahora bien, si el problema es que la memoria le falla al ministro, entonces, que se jubile. Por cierto, como ciudadano, me molestó profundamente el tonito de maestro del ministro enseñándonos sobre la importancia de tener balances auditados… a los doce años de no tenerlos él.