11 de mayo de 2001

ZULIANOS, PILAS CON LA ELECTRICIDAD

En Septiembre de 1998, el Fondo de Inversiones de Venezuela (FIV) privatizó en 63 Millones de dólares el 70% de Séneca, la empresa eléctrica de Margarita, declarando con entusiasmo que “sacaron la pelota de jonrón” y que el próximo juego sería en el Zulia.

La historia no resultó como pronosticaban. Hoy ya sabemos que la pelota del supuesto jonrón del FIV le cayó en la cabeza al consumidor de electricidad en Margarita, causándole un tremendo chichón. En solidaridad con nuestros hermanos zulianos, queremos hacerles los siguientes comentarios.

La noche del juego Zuliano, de llegar el FIV a batear los 700 Millones de dólares, que según las propuestas vigentes anuncian querer obtener por Enelven y Enelco (EE), recuerden que tal monto irá a engrosar las arcas del FIV, sin que ni un solo céntimo se use para cubrir ni una sola de las inversiones eléctricas, que requiere el Zulia con urgencia.

¿Hay algo malo con esto? ¡Pues sí! Igual que los de Margarita, los 700 del Zulia no son un regalo y deben ser pagados. Como el FIV vendió y se retiró, el único que queda para pagarlos es el consumidor de electricidad, que ahora tiene que soportar unas exorbitantes tarifas.

En tal sentido, de conseguirse un inversionista con modestas aspiraciones, que desee recuperar sus 700 millones en 25 años, a una tasa del 11%, tenemos que el consumidor zuliano, por el solo concepto del dinero enviado al FIV, deberá cancelar anualmente la cantidad de 83 millones de dólares.

Considerando la anoréxica dieta de recursos, para las inversiones eléctricas, a que han estado sometidas empresas como EE durante los últimos años, la propuesta del FIV es, por decir lo menos, agalluda.

¿Qué pueden hacer los zulianos para no ser golpeados por el jonrón?

Como opción sugiero, que en vez de vender EE simplemente a quien más ofrezca, la Nación (FIV) y el Zulia acuerden un precio de transferencia nominal bajo y luego las adjudiquen a quienes, pagando el precio y garantizando efectuar las inversiones necesarias, ofrezcan las menores tarifas iniciales.

¿Cuán bajo puede ser el precio? Teóricamente, cero. Si los activos actuales de EE son entregados en usufructo a una nueva empresa operadora, no habría necesariamente que cobrar por ellos. Si acaso la Nación insistiera en obtener un reembolso, lo menos que se debería exigir es supeditar su pago, al hecho de que las reformas del sector eléctrico produzcan las eficiencias ofrecidas.

Una ventaja adicional del usufructo sería, que facilitaría el proceso de revertir la concesión, para el caso de que el operador eléctrico no cumpla con sus deberes.

La Ley Eléctrica le impone al Ejecutivo Nacional por una parte, la responsabilidad de dictar medidas, que propicien la formación de capital nacional y por la otra, que participe en las actividades del servicio eléctrico nacional. No existen muchos factores que puedan ayudar al inversionista local a competir y adquirir el compromiso de hacer las nuevas inversiones, pero, indiscutiblemente, que una forma de darles una oportunidad sería cobrando un precio bajo por los cachivaches actuales. Además, con una valorización así se le estaría dando un especial significado a los recursos humanos.

Amigos Zulianos, la verdad sea dicha, ustedes ya han pagado casi todos los activos de Enelven y Enelco con las tarifas y con su cuota parte del petróleo. Entonces... ¿Se las van a dejar quitar tan fácilmente? ¿Se van a dejar hipotecar en 700 millones de dólares? Si no me creen, mírense en el espejo de Margarita.

Publicado en Panorama, Maracaibo, 11 de mayo de 2001