En el 2001 en "El soberano viceministro" escribí "me revuelve el alma la falta de protesta ante la posibilidad de crear un nuevo "meta-estado": LaEdc-Cantv, que pueda volcar su inmenso poder, no sobre un mercado amplio, sino sobre un pobre e incipiente Regulador".
Siete años después mi preocupación por tener un buen Regulador se han tornado ridículas por cuanto, cortesía de las gigantescas resultas petroleras, la Electricidad de Caracas y la Cantv hoy forman parte de la madre de los meta-estados… ese regulado por el cacique de turno… ese a quien nadie regula… ese de ¡La Regulación Soy Yo!
En 2001 en "El infierno de Hugo" también escribí:
"El 21 de Septiembre cumple dos años la Ley del Servicio Eléctrico pero hasta la fecha no hay nada que mostrar…. Al leer en días pasado a alguien que definía al infierno como el conjunto de oportunidades perdidas que vemos dibujarse ante nosotros al momento de morir, no pude menos que pensar en el sector eléctrico y el horrible infierno que éste puede traerle al Gobierno.
Ahora bien, para dibujar el infierno de las oportunidades pérdidas, también hay que dibujar el cielo de lo alcanzable. Cada quien con su propio Shangrila, yo en el mío, como pide la Ley, ya habría fomentando la participación del capital nacional, reventado el feudo de Cadafe y creado una decena de distribuidoras regionales independientes.
Hugo, soy un independiente que reconoce que mucha gente decente ha invertido en usted sus últimas esperanzas de lograr hacer de Venezuela un mejor lugar para sus hijos y nietos. Ello puede que no les dé derecho a exigir milagros, pero sí a que usted tome nota de las fallas existentes, revise su estrategia y destituya a los contras... para que algún día tenga usted chance de llegar a ver su cielo.
No obstante llevarle luz al sector, probablemente resulta demasiado revolucionario para quienes han disfrutado de la penumbra, tan cómoda para ocultar ineficiencias y propiciar negociados, originándose así un sólido frente de contras que buscan nulificar la Ley".
Y de hecho el frente de la oscuridad gano. Si el Estado no hubiese estado recibiendo las resultas petroleras y hubiere sido algo capaz como para ayudar a formar un Regulador que arbitrase decente y correctamente entre las empresas de servicios públicos y los usuarios, jamás se le hubiese pasado por la cabeza adquirir esas empresas.
Pero no, como fracasó en ello, o mejor dicho nunca quiso tener un buen Regulador y el cacique de turno se cree tener todos los reales para todo, buscó ocultar el sector eléctrico tras el manto de la oscuridad del Estado, tal como hace con Pdvsa y lo demás. Lo que paso es que al cacique de turno se le olvido que igual como el silencio es el sonido que más se oye, la oscuridad es la luz que más alumbra la ineptitud del sector eléctrico.
La Ley Orgánica del Servicio Eléctrico, promulgada en diciembre de 2001, en la primera Habilitante del cacique y que sigue vigente, establece: Artículo 3.- El Estado promoverá la competencia en aquellas actividades del servicio eléctrico dentro de las que sea pertinente; regulará aquellas situaciones de monopolio donde la libre competencia no garantice la prestación eficiente en términos económicos, y fomentará la participación privada en el ejercicio de las actividades que constituyen el servicio eléctrico.
Termino lloviendo sobre lo mojado pero aún demasiado seco. ¿Ustedes creen que las zoqueteras actuales nos estarían pasando si en lugar de entregarle nuestras resultas petroleras al cacique de turno se las entregaríamos a los ciudadanos? ¡Yo no! En la apuesta sobre quien gana como mejor sembrador de petróleo en Venezuela yo me juego a mis compatriotas... ¡En línea! ¡Los apagones nos alumbran la salida!
Siete años después mi preocupación por tener un buen Regulador se han tornado ridículas por cuanto, cortesía de las gigantescas resultas petroleras, la Electricidad de Caracas y la Cantv hoy forman parte de la madre de los meta-estados… ese regulado por el cacique de turno… ese a quien nadie regula… ese de ¡La Regulación Soy Yo!
En 2001 en "El infierno de Hugo" también escribí:
"El 21 de Septiembre cumple dos años la Ley del Servicio Eléctrico pero hasta la fecha no hay nada que mostrar…. Al leer en días pasado a alguien que definía al infierno como el conjunto de oportunidades perdidas que vemos dibujarse ante nosotros al momento de morir, no pude menos que pensar en el sector eléctrico y el horrible infierno que éste puede traerle al Gobierno.
Ahora bien, para dibujar el infierno de las oportunidades pérdidas, también hay que dibujar el cielo de lo alcanzable. Cada quien con su propio Shangrila, yo en el mío, como pide la Ley, ya habría fomentando la participación del capital nacional, reventado el feudo de Cadafe y creado una decena de distribuidoras regionales independientes.
Hugo, soy un independiente que reconoce que mucha gente decente ha invertido en usted sus últimas esperanzas de lograr hacer de Venezuela un mejor lugar para sus hijos y nietos. Ello puede que no les dé derecho a exigir milagros, pero sí a que usted tome nota de las fallas existentes, revise su estrategia y destituya a los contras... para que algún día tenga usted chance de llegar a ver su cielo.
No obstante llevarle luz al sector, probablemente resulta demasiado revolucionario para quienes han disfrutado de la penumbra, tan cómoda para ocultar ineficiencias y propiciar negociados, originándose así un sólido frente de contras que buscan nulificar la Ley".
Y de hecho el frente de la oscuridad gano. Si el Estado no hubiese estado recibiendo las resultas petroleras y hubiere sido algo capaz como para ayudar a formar un Regulador que arbitrase decente y correctamente entre las empresas de servicios públicos y los usuarios, jamás se le hubiese pasado por la cabeza adquirir esas empresas.
Pero no, como fracasó en ello, o mejor dicho nunca quiso tener un buen Regulador y el cacique de turno se cree tener todos los reales para todo, buscó ocultar el sector eléctrico tras el manto de la oscuridad del Estado, tal como hace con Pdvsa y lo demás. Lo que paso es que al cacique de turno se le olvido que igual como el silencio es el sonido que más se oye, la oscuridad es la luz que más alumbra la ineptitud del sector eléctrico.
La Ley Orgánica del Servicio Eléctrico, promulgada en diciembre de 2001, en la primera Habilitante del cacique y que sigue vigente, establece: Artículo 3.- El Estado promoverá la competencia en aquellas actividades del servicio eléctrico dentro de las que sea pertinente; regulará aquellas situaciones de monopolio donde la libre competencia no garantice la prestación eficiente en términos económicos, y fomentará la participación privada en el ejercicio de las actividades que constituyen el servicio eléctrico.
Termino lloviendo sobre lo mojado pero aún demasiado seco. ¿Ustedes creen que las zoqueteras actuales nos estarían pasando si en lugar de entregarle nuestras resultas petroleras al cacique de turno se las entregaríamos a los ciudadanos? ¡Yo no! En la apuesta sobre quien gana como mejor sembrador de petróleo en Venezuela yo me juego a mis compatriotas... ¡En línea! ¡Los apagones nos alumbran la salida!