23 de mayo de 2001

UN 17 DE MAYO ELÉCTRICO

El viernes 17 de Mayo, en San Cristóbal, un grupo de profesionales del sector eléctrico, inspirado por un mensaje de cambio y encabezados por los Gobernadores de Táchira y Mérida y dignos representantes de Trujillo y Barinas, lograron firmar con las autoridades centrales un acuerdo que, Dios mediante, habrá de significar que muy pronto la región Andina tenga la responsabilidad sobre la gestión de su sistema eléctrico. De hecho, el manifiesto anuncia la creación de la Hidroeléctrica de Los Andes, una empresa regional que será dueña de todos los activos hidroeléctricos de los Andes, así como la regionalización progresiva de su distribuidora eléctrica Cadela.

Dos factores sirvieron para motivar las decisiones tomadas. El primero y más obvio, resultado directo de la desidia y arrogancia centralista de Cadafe, es el pésimo estado en que se encuentra el servicio eléctrico y que, aún cuando suene inverosímil, sólo habrá de empeorar antes de que pueda mejorar. El segundo factor, menos obvio, pero más importante, fue resaltado entre otros por el Ing. Víctor Poleo, Director General del Ministerio de Energía y Minas, y radica en el hecho de que aún en el supuesto de que los servicios eléctricos centralmente dirigidos, estuvieran funcionando perfectamente, la centralización de los mismos es, per se, un error ya que su manejo y administración debería corresponder a cada región, por cuanto sólo así podremos aprender a hacer región.

El 17 de Mayo plantea inmensos retos a los Andes, siendo el principal de ellos, el que en poco tiempo no habrá más a quién echarle la culpa. En otras palabras, se debe lograr desarrollar el sistema eléctrico Andino de manera que sirva para señalar con orgullo la capacidad de la región. Para lograrlo, sin duda alguna se necesita de una buena y capacitada gerencia regional, pero ésta, a su vez, debe actuar con la firme intención de no caer en la trampa de la centralización regional, que es sólo una variante, algo menos peligrosa, del virus que hoy se sufre.

La nueva Ley Eléctrica predica un acercamiento del usuario al sector eléctrico y en esto los ciudadanos son representados ante nada, por las autoridades municipales. En tal sentido, una de las primeras acciones que se derivan del 17 de Mayo, es una gran convocatoria pública de todas las autoridades municipales andinas y, por supuesto, de cualquier otra asociación civil que desee participar, para así asegurar la voluntad y coordinación de los sacrificios y apoyos, que esta gesta de independencia eléctrica requiere.

En el caso particular de los Andes, esta descentralización tiene una especial connotación, por cuanto lo que se puede dibujar al final del arco iris, como recompensa por los sacrificios necesarios, es algo mucho más que sólo un buen servicio eléctrico. Al analizar el impacto potencial del sistema hidroeléctrico de los Andes, en actividades como turismo, piscicultura y tantas más, la única pregunta que resta es, el por qué este 17 de Mayo se fechó en 2001 y no en 1901.

De niño, cuando vivía en Palmira, podía ver desde mi ventana la planta cervecera, que satisfacía mi sed por malta. Por casualidades de la vida, como Director de Finanzas de la Cervecera Nacional, tuve que participar hace dos décadas en el proceso de cerrarla, hecho éste que me rompió el corazón. El 17 de Mayo, aunque en un minúsculo rol, básicamente como oyente y observador, se me dio la oportunidad de participar en la apertura de algo mucho más grande para mi tierra natal. Le doy gracias a Dios por esto.

Publicado en La Nación, San Cristóbal, el 11 de Mayo de 2001

11 de mayo de 2001

MOVIMIENTO ELÉCTRICO ANDINO

Profesionales del sector eléctrico y autoridades de los Andes se encuentran inmersos en un proceso, mediante el cual esperan lograr regionalizar la generación y la distribución de su electricidad. El objetivo principal de este Movimiento Eléctrico Andino es el de asegurar que las necesidades propias de la región sean debidamente consideradas, para acabar así, de una vez por todas, con el actual estado de indefensión que sufre la región Andina en materia de electricidad. También existe otra meta, la de rescatar al servidor público, que a la luz de la nueva Ley Eléctrica adquiere un significado muy especial.

La Ley, en su mayor parte excelente, lamentablemente refuerza en su articulado la noción moderna de que la electricidad, en lugar de ser un servicio público del cual pueden desarrollarse otros negocios, es un negocio en sí mismo, por lo que sus gerentes y trabajadores se deben a los intereses de sus accionistas, sin importar de donde provengan, dejando de ser servidores públicos de su región.

Ante tal situación, un profesional del sector eléctrico se enfrenta hoy en día a tres disyuntivas de cómo visualizar el desarrollo de su carrera profesional. En un extremo, tiene la posibilidad de montarse sobre las olas de la globalización y de la privatización, uniéndose a un pequeño y calificado grupo de maximizadores de rentas. Si es bueno y logra sobrevivir a la competencia, sin duda que, en lo económico, le irá de maravilla.

Del otro extremo, puede colocar toda su capacidad y dedicación a la disposición de su comunidad, buscando entregar el mejor servicio público posible. Si es bueno y tiene la suerte de integrar un grupo, donde todos reman en la misma dirección, podrá encontrar una gran satisfacción en el cumplimiento de su deber como servidor público, aún cuando económicamente no le resulte tan de maravilla.

La tercera alternativa sería simplemente la de navegar entre los dos extremos, lo cual, por lo menos en términos de retos profesionales y realización personal, equivaldría a un grisáceo “ni chicha ni limonada”, o a un triste vegetar.

La actual propuesta de regionalizar el servicio eléctrico de los Andes, se ubica por completo dentro de la alternativa del servidor público y esto es lo que ha permitido generar, inicialmente, una gran cohesión y un gran entusiasmo entre todos los participantes.

Hay quienes sostienen que formar un servidor público, tal como intuimos que debería ser, es una tarea imposible. Se argumenta que la propia globalización, con su tendencia de movilizar los recursos humanos, elimina la relación afectiva para con un lugar, lo que constituye la base de la voluntad de sacrificio inherente a un servidor público. Para quienes creemos que el futuro de nuestro país depende justamente de lograr desarrollar tales servidores públicos, el experimento Andino, contará con nuestras plegarias.

Obviamente que los servidores públicos no lo hacen sólo por amor al arte, también tienen derecho de ver retribuidos sus esfuerzos con una mejora en sus ingresos. No obstante, mientras quienes alaban las fuerzas estimuladoras del mercado, cínicamente saben que su bolsillo, ante nada, depende de boicotear el mercado y de explotar las ventajas del monopolio, el verdadero servidor público sabe y acepta, que su mejora depende de su contribución a la economía de la región.

En un mundo como el que nos rodea, donde francamente resulta tan difícil encontrarle un sentido integral a la vida de un profesional, les aseguro, que de tener unos años menos, me encantaría ser uno de esos servidores públicos, que hoy se comprometen con el futuro eléctrico de los Andes.

Publicado en La Nación, San Cristóbal, el 11 de mayo de 2001

ZULIANOS, PILAS CON LA ELECTRICIDAD

En Septiembre de 1998, el Fondo de Inversiones de Venezuela (FIV) privatizó en 63 Millones de dólares el 70% de Séneca, la empresa eléctrica de Margarita, declarando con entusiasmo que “sacaron la pelota de jonrón” y que el próximo juego sería en el Zulia.

La historia no resultó como pronosticaban. Hoy ya sabemos que la pelota del supuesto jonrón del FIV le cayó en la cabeza al consumidor de electricidad en Margarita, causándole un tremendo chichón. En solidaridad con nuestros hermanos zulianos, queremos hacerles los siguientes comentarios.

La noche del juego Zuliano, de llegar el FIV a batear los 700 Millones de dólares, que según las propuestas vigentes anuncian querer obtener por Enelven y Enelco (EE), recuerden que tal monto irá a engrosar las arcas del FIV, sin que ni un solo céntimo se use para cubrir ni una sola de las inversiones eléctricas, que requiere el Zulia con urgencia.

¿Hay algo malo con esto? ¡Pues sí! Igual que los de Margarita, los 700 del Zulia no son un regalo y deben ser pagados. Como el FIV vendió y se retiró, el único que queda para pagarlos es el consumidor de electricidad, que ahora tiene que soportar unas exorbitantes tarifas.

En tal sentido, de conseguirse un inversionista con modestas aspiraciones, que desee recuperar sus 700 millones en 25 años, a una tasa del 11%, tenemos que el consumidor zuliano, por el solo concepto del dinero enviado al FIV, deberá cancelar anualmente la cantidad de 83 millones de dólares.

Considerando la anoréxica dieta de recursos, para las inversiones eléctricas, a que han estado sometidas empresas como EE durante los últimos años, la propuesta del FIV es, por decir lo menos, agalluda.

¿Qué pueden hacer los zulianos para no ser golpeados por el jonrón?

Como opción sugiero, que en vez de vender EE simplemente a quien más ofrezca, la Nación (FIV) y el Zulia acuerden un precio de transferencia nominal bajo y luego las adjudiquen a quienes, pagando el precio y garantizando efectuar las inversiones necesarias, ofrezcan las menores tarifas iniciales.

¿Cuán bajo puede ser el precio? Teóricamente, cero. Si los activos actuales de EE son entregados en usufructo a una nueva empresa operadora, no habría necesariamente que cobrar por ellos. Si acaso la Nación insistiera en obtener un reembolso, lo menos que se debería exigir es supeditar su pago, al hecho de que las reformas del sector eléctrico produzcan las eficiencias ofrecidas.

Una ventaja adicional del usufructo sería, que facilitaría el proceso de revertir la concesión, para el caso de que el operador eléctrico no cumpla con sus deberes.

La Ley Eléctrica le impone al Ejecutivo Nacional por una parte, la responsabilidad de dictar medidas, que propicien la formación de capital nacional y por la otra, que participe en las actividades del servicio eléctrico nacional. No existen muchos factores que puedan ayudar al inversionista local a competir y adquirir el compromiso de hacer las nuevas inversiones, pero, indiscutiblemente, que una forma de darles una oportunidad sería cobrando un precio bajo por los cachivaches actuales. Además, con una valorización así se le estaría dando un especial significado a los recursos humanos.

Amigos Zulianos, la verdad sea dicha, ustedes ya han pagado casi todos los activos de Enelven y Enelco con las tarifas y con su cuota parte del petróleo. Entonces... ¿Se las van a dejar quitar tan fácilmente? ¿Se van a dejar hipotecar en 700 millones de dólares? Si no me creen, mírense en el espejo de Margarita.

Publicado en Panorama, Maracaibo, 11 de mayo de 2001

4 de mayo de 2001

LA ISLA NO TIENE CON QUE PAGAR EL GAS

Algunos podrán recordarse como, durante todo el año previo a la privatización de Séneca e incluso meses después, yo clamaba al Gobierno Central de Caracas para que no se llevara los ingresos provenientes de la venta de esta empresa, para ser devorados por su gasto burocrático, sino que los dejase en Margarita, para satisfacer las necesidades propias de la Isla.

Si me hubieran hecho caso, con esos 63 Millones de dólares, ya Margarita tendría, como mínimo, un cable submarino nuevo y nuestro futuro eléctrico sería mucho menos oneroso que el actual.

Si a esos 63 millones, le sumamos los otros 50, que Séneca ha tenido que invertir hasta la fecha y los 90, que dice debe invertir durante los próximos 5 años, así como los 90 estimados para cubrir el costo de la parte Margariteña del gasoducto, tenemos un total de 293 millones de dólares, que deberemos cancelar los consumidores mediante el pago de nuestras facturas eléctricas. De suponer una tasa de interés del 11.5% y un generoso plazo de 25 años, la Isla, sólo por estos conceptos, deberá cancelar anualmente la bicoca de 36 millones de dólares.

Si a lo anterior le sumamos además el costo de la hidroelectricidad y del gas, que se debe adquirir, la nómina y los demás gastos operativos, es fácil concluir, que la Isla no tiene con qué pagar.

¡Ah!... “Pero la maravilla del gas ha de producir tal crecimiento económico que la Isla jamás tendrá problemas”... Vaya Usted a ver. Dios lo quiera. Pero, en todo caso, esto es un argumento irrelevante.

Resulta obvio que el gas se lo están enchufando a la Isla por consideraciones estratégicas de la Nación – no hay otra forma de decirlo cuando analizamos que, aún al costo de construir unas redes de transmisión ecológicamente cuestionadas, al Brasil sí le pueden vender hidroelectricidad barata – y a Margarita NO.

Por supuesto que nos gustaría tener gas en la Isla. Con ella podríamos tener plantas desalinizadoras y aires acondicionados con gas – pero, ello reduciría el consumo eléctrico – y todavía nos toca pagar lo que se debe – con lo cual, la tarifa eléctrica por Kwh debe aumentar.

Por supuesto que sería una maravilla sustituir el uso de los combustibles líquidos actuales, que son contaminantes, por el gas – pero quién diablos dijo que la Isla eligió la alternativa actual de generar con petróleo – cuando nosotros simplemente queríamos la misma hidro, que se le manda al Hotel Tamanaco en Caracas, en donde se cobran 350 dólares por noche.

En fin, considero que en la situación actual, lo único razonable sería que el Estado Central asumiera su responsabilidad, por lo siguiente:

La única culpable de la caótica situación tarifaria actual de la Isla y de que la misma se agrave aún más en el futuro, es la Administración Central y, muy especialmente, el viejo Fondo de Inversiones.

El único beneficiario directo de la operación de gas a Margarita es PDVSA, que al liberar los combustibles líquidos actualmente usados en la Isla, los puede vender a otros a un mejor precio.

La única respuesta que, oficialmente, se recibe al expresar estas inquietudes, es que lo del gas para la Isla – es política del Estado. Pues bien, si eso es así, al ser política del Estado, debería ser el Estado el que la pague y no la Alcaldía de Maneiro o el consumidor individual.

Durante las recientes jornadas eléctricas en Margarita, tres personas me contestaron, privadamente, con un “no te preocupes tanto, si luego no pueden pagar, ya veremos como enderezamos el entuerto”. Amigos, les pido que exijamos una definición previa, ya que otro entuerto, es justamente lo que no necesitamos en este país de entuertos.

Publicado en Sol de Margarita, Porlamar, el 11 de mayo de 2001