4 de mayo de 2001

LA ISLA NO TIENE CON QUE PAGAR EL GAS

Algunos podrán recordarse como, durante todo el año previo a la privatización de Séneca e incluso meses después, yo clamaba al Gobierno Central de Caracas para que no se llevara los ingresos provenientes de la venta de esta empresa, para ser devorados por su gasto burocrático, sino que los dejase en Margarita, para satisfacer las necesidades propias de la Isla.

Si me hubieran hecho caso, con esos 63 Millones de dólares, ya Margarita tendría, como mínimo, un cable submarino nuevo y nuestro futuro eléctrico sería mucho menos oneroso que el actual.

Si a esos 63 millones, le sumamos los otros 50, que Séneca ha tenido que invertir hasta la fecha y los 90, que dice debe invertir durante los próximos 5 años, así como los 90 estimados para cubrir el costo de la parte Margariteña del gasoducto, tenemos un total de 293 millones de dólares, que deberemos cancelar los consumidores mediante el pago de nuestras facturas eléctricas. De suponer una tasa de interés del 11.5% y un generoso plazo de 25 años, la Isla, sólo por estos conceptos, deberá cancelar anualmente la bicoca de 36 millones de dólares.

Si a lo anterior le sumamos además el costo de la hidroelectricidad y del gas, que se debe adquirir, la nómina y los demás gastos operativos, es fácil concluir, que la Isla no tiene con qué pagar.

¡Ah!... “Pero la maravilla del gas ha de producir tal crecimiento económico que la Isla jamás tendrá problemas”... Vaya Usted a ver. Dios lo quiera. Pero, en todo caso, esto es un argumento irrelevante.

Resulta obvio que el gas se lo están enchufando a la Isla por consideraciones estratégicas de la Nación – no hay otra forma de decirlo cuando analizamos que, aún al costo de construir unas redes de transmisión ecológicamente cuestionadas, al Brasil sí le pueden vender hidroelectricidad barata – y a Margarita NO.

Por supuesto que nos gustaría tener gas en la Isla. Con ella podríamos tener plantas desalinizadoras y aires acondicionados con gas – pero, ello reduciría el consumo eléctrico – y todavía nos toca pagar lo que se debe – con lo cual, la tarifa eléctrica por Kwh debe aumentar.

Por supuesto que sería una maravilla sustituir el uso de los combustibles líquidos actuales, que son contaminantes, por el gas – pero quién diablos dijo que la Isla eligió la alternativa actual de generar con petróleo – cuando nosotros simplemente queríamos la misma hidro, que se le manda al Hotel Tamanaco en Caracas, en donde se cobran 350 dólares por noche.

En fin, considero que en la situación actual, lo único razonable sería que el Estado Central asumiera su responsabilidad, por lo siguiente:

La única culpable de la caótica situación tarifaria actual de la Isla y de que la misma se agrave aún más en el futuro, es la Administración Central y, muy especialmente, el viejo Fondo de Inversiones.

El único beneficiario directo de la operación de gas a Margarita es PDVSA, que al liberar los combustibles líquidos actualmente usados en la Isla, los puede vender a otros a un mejor precio.

La única respuesta que, oficialmente, se recibe al expresar estas inquietudes, es que lo del gas para la Isla – es política del Estado. Pues bien, si eso es así, al ser política del Estado, debería ser el Estado el que la pague y no la Alcaldía de Maneiro o el consumidor individual.

Durante las recientes jornadas eléctricas en Margarita, tres personas me contestaron, privadamente, con un “no te preocupes tanto, si luego no pueden pagar, ya veremos como enderezamos el entuerto”. Amigos, les pido que exijamos una definición previa, ya que otro entuerto, es justamente lo que no necesitamos en este país de entuertos.

Publicado en Sol de Margarita, Porlamar, el 11 de mayo de 2001